Muy estimados StilumCuriales, nuestra Benedetta De Vito ofrece a su atención estas apasionadas reflexiones sobre el libro escrito por Andrea Cionci, del que tanto se ha hablado y se habla. Feliz lectura.
Mientras leía, saboreando cada página, el “Codex Ratzinger” de Andrea Cionci, me di cuenta de que encontraba, en el libro, un hilo rojo de dolor que pasaba de la tinta del escritor (de color sangre) a mi corazón, a mi alma y también a mi mente.
Sí, sí, decían al unísono dentro de mí las cuerdas de mi misterio, haciéndome rebelar contra la odiosa vulgata, es así, todo es verdad, es Benedicto XVI, mi Benni, el dulce Cristo en la tierra, ¡el único Papa! Y ese otro, con las ropas rugosas, no se sabe quién es o tal vez se sabe, porque en la visión me parece verlo como realmente aparece y no es una visión bonita.
Sí, sí, es así, ¿pero por qué todos se callan, perezosos y cansados como con miedo y empequeñecidos frente a la Majestad de Dios? Me dije a mí mismo, cuestionando el vacío que me rodeaba, y las lágrimas fluyeron sin correr por mis mejillas, ¡el mundo está perdido en el anti-evangelio de los usurpadores y todos a raya, incluso muchos santos sacerdotes que conozco, como los monitos que no ven, no oyen ni hablan!
¡Despierta! Es Benedicto, el verdadero y único Santo Padre, en la Vida del Misterio, la invisible, movida por las santísimas Manos de Dios. Benedicto es el Vicario de Cristo en la tierra (y de hecho ese otro se ha quitado el título. ¡Pero mira un poco! ¡No es de extrañar que no sea el dulce Cristo en la tierra!). En el escenario de chismes del mundo se mueve Bergoglio, con su nariz de payaso, firme, estrella polar de la fe, al pie de la Cruz, con su brillante “munus” petrino, está el Pontífice: ¡Benedicto XVI!
Y de repente me viene a la mente, al recordar una tras otra, todas las excentricidades tontas que ha combinado Bergoglio (que Andrea Cionci enumera con buen criterio), buscando siempre el aplauso del mundo… me viene a la mente, como decía, el monólogo de Macbeth, el usurpador de la corona, en la tragedia homónima de William Shakespeare. Maravilla: La hermana Francis, en el Mater Dei, me hizo aprenderla de memoria, en inglés, y todavía la sé.
Lo aprendíamos, treinta en clase, “by heart” [de memoria] como se dice en inglés, y ahora esas palabras profundas parecen hechas a medida para el obispo de Roma. Así que, sí, todo el monólogo se lo dedico a Bergoglio, esperando que se convierta, que vuelva al Señor, que deje de besar a Jesús falsamente como lo hizo Judas el ahorcado. En la línea que ilumina una pequeña clavija desde abajo, se encuentran las palabras del bardo inglés (que quizás era católico e italiano). Y que, en mi mente, escucho pronunciado por el argentino.
"Mañana, mañana y mañana, avanza poco a poco, día a día, hacia la última sílaba del guión, y todos nuestros ayeres habrán iluminado a los tontos el polvoriento camino de la muerte. ¡Apágate, apágate, breve vela! La vida no es más que una sombra que camina, un pobre actor que se pavonea y se enreda en un escenario durante el tiempo a él asignado, y luego no se oye nada más: es un cuento contado por un idiota, lleno de rumores y estruendos que no significan nada”.
He aquí bien descrita, agrego brevemente, la vida de los hombres que han cortado la rama de la Vid que es Vida…
He dicho y escrito lo que quería y, al agradecer a Andrea Cionci por el gran trabajo que ha realizado, en el aroma de violetas y de la Verdad, le agradezco doblemente por haberme hecho comprender mejor un rasgo de Benni que no había digerido del todo, a saber, la fuerza de su ironía, de su sentido del humor, que lo hace -como San Francisco- alter Christi, juglar de Dios, hombre de la Verdad. Un gran ejemplo: cuando le preguntaron por qué seguía usando la sotana blanca, respondió que no tenía otra ropa preparada. Vamos, un gran gesto desafiante a los que, frente a la evidencia de que sólo él es el Papa, revestido de blancura, siguen pidiendo, atónitos, más luces. Recemos con el dulce Benedicto para que la Iglesia, purificada, salga de la confusión en la que se ha precipitado y vuelva a caminar por las sendas estrechas (no queridas por el mundo) pero tan queridas por el Creador. ¡Viva Benni!
Publicado originalmente en italiano el 14 de octubre de 2022, en Benedetta De Vito, un Filo Rosso di Dolore.
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