Observador Marciano, Benedicto XVI. El problema no es la renuncia, sino la sucesión…

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Querido Tosatti, ¡aquí en Marte los cato-marcianos no aguantamos más! Piense que el Nuncio Apostólico, secreto y encubierto, aquí en Marte, ya no puede contener la risa (con consecuencias para su próstata) cuando lee las disputas entre los expertos sobre la renuncia ratzingeriana, hasta el punto de que hemos tenido que aprovisionarnos de pañales extragrandes.

Después de 10 largos años, no aguantamos más cuando sentimos hablar, interpretar, discutir, contradecir, reñir, etc. sobre la renuncia de Benedicto XVI. De la que no se sabe nada, ni jamás se sabrá nada, a menos que el papa Ratzinger (no me atrevo a llamarle emérito para evitar más polémicas) nos lo explique personalmente.

Lo que me temo que nunca hará. Tal vez sólo el secretario de Estado de Benedicto, el muy poderoso, muy discutido (por todo el Consejo de Cardenales), pero muy temido cardenal Tarcisio Bertone, sabe algo al respecto, pero lo que sabe está ciertamente bien guardado y le permite protegerse.

Salvo que el papa Francisco, con la declaración en la entrevista con ABC ha decidido hoy iniciar indirecta y veladamente alguna acción contra él.

Por eso me intrigó la entrevista del papa Francisco con el diario español ABC, en la que dice claramente que él también había escrito (inmediatamente después de su nombramiento) la renuncia condicional y se la había entregado a Bertone. ¿A Bertone? ¿El sospechoso de ser el orquestador de la dimisión del Papa Benedicto XVI? ¿Precisamente a él? ¿precisamente a quien está sospechado de haber organizado y forzado la dimisión del papa Ratzinger? ¿Por qué? ¿Porque sabía lo que otros sospechan que podría haber hecho?

Vea,Tosatti, leyendo dicha entrevista del papa Francisco con ABC, lo único relevante es precisamente este mensaje entre líneas, a descifrar: Bertone lo sabe todo, controla a todos al tener todo en sus manos, gracias a los secretos que guarda cuidadosamente dentro de los Muros Vaticanos. Incluida la ANTICIPADA renuncia del mismísimo papa Francisco.

En lugar de esforzarse por leer entre líneas, todavía hay quien sigue queriendo hacer análisis y conjeturas, incluso históricas. Incluso el bueno, cambiante y temperamental Antonio Socci, muy valiente y muy recto discípulo del gran Don Giussani (muy lamentado) lo ha intentado. En el artículo enlazado más abajo, nos cuenta que muchos otros Papas habían preparado su renuncia en caso de un futuro impedimento: Pío XII, Pablo VI (Juan Pablo II es un caso aparte…), así que ¿por qué sorprenderse si Benedicto XVI también hubiera decidido dimitir? Y, por lo tanto, ¿por qué sorprenderse si también el papa Bergoglio la había preparado ya en el momento de su nombramiento? (¿omito el hecho de que Socci hubiera planteado hipótesis sobre las misteriosas irregularidades en el nombramiento de Bergoglio?). Esperaba también que Socci, como buen historiador, nos contara que incluso el primer Papa (San Pedro de Betsaida) había instruido a San Pablo que si su pontificado fuese impedido “por el martirio–crucifixión”, debería haberse considerado renunciado al mismo tiempo y haber hecho nombrar un Pontífice italiano (como el segundo: el papa Lino, de Volterra, en el 67 d.C.).

Ahora bien, para invitar a los muchos intérpretes más o menos informados y cualificados de la renuncia de Benedicto XVI a que dejen de proporcionar cuentos chinos (a no ser que sean capaces de decir algo interesante metiendo por ello la mano en las arcas de Bertone, como nos ha señalado el mismo papa Bergoglio), me gustaría decir que el problema no es tanto explicarnos que otros Papas anteriores habían previsto (pero nunca aplicado) la renuncia por razones de impedimento.

El misterioso problema actual no es tanto la renuncia como la SUCESIÓN de Benedicto XVI. La renuncia sólo fue necesaria para la sucesión. Es la sucesión lo que merece atención, es el “cómo” se decidió y aplicó, es el “quién” la exigió y dio disposiciones para aplicarla. En síntesis, el verdadero misterio es cómo le sucedió el actual pontífice. Porque lo que sucedió, por el contrario, es absolutamente comprensible, está a la vista de todos, no necesita interpretación. Ocurrió para acelerar el proceso de descristianización en una década más o menos y para hacerles creer a los terrícolas que este proceso fue útil, misericordioso, caritativo, “inclusivo y sostenible”.

Merci beaucoup.

OM

Publicado originalmente en italiano el 21 de diciembre de 2022, en https://www.marcotosatti.com/2022/12/21/osservatore-marziano-benedetto-xvi-il-problema-non-e-la-rinuncia-ma-la-successione/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

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